AUDICIÓN Y PÉRDIDA AUDITIVA
Es su cerebro el que oye, no sus oídos.
La audición es fundamental para su salud y calidad de vida. Si utiliza audífonos le será más sencillo comunicarse y participar en actividades sociales. Su uso estimulará su cerebro y contribuirá a disminuir el riesgo de deterioro cognitivo acelerado asociado a la pérdida auditiva sin tratar.
La audición sirve para muchos propósitos como protegerse, localizar de donde procede el sonido y ayudar a seguir conversaciones.
Conforme la pérdida auditiva aumenta, las personas se frustran y aíslan cada vez más socialmente.
Debido a que la mayoría de los casos de pérdida auditiva se desarrollan gradualmente, los síntomas a menudo son difíciles de auto-diagnosticar.
Algunos signos que apuntan a la pérdida auditiva incluyen:
- Dificultad para entender a los demás, especialmente en multitudes o con ruidos de fondo.
- Pedir frecuentemente a otros que hablen o que repitan lo que acaban de decir.
- Subir regularmente el volumen de la televisión o la radio.
- Retirarse habitualmente de las conversaciones o evitar otros entornos sociales.
- Sus amigos y familiares se quejan de que tienen que repetir todo lo que le dicen.
- ¿Tiene que mirar a la gente a la cara para entender lo que le dicen?
- Han desaparecido algunos sonidos cotidianos como el piar de los pájaros, los pasos o el tictac del reloj.
- La mayoría de las personas que sufre tinnitus o acúfenos (pitidos o zumbidos en los oídos) tiene pérdida auditiva.
Clasificación de la pérdida auditiva:
- Hipoacusia leve: Pérdida auditiva de 20 a 40 dB. Puede pasar desapercibido. No identifican totalmente todos los fonemas.
El habla con voz normal es percibida, sin embargo, se percibe difícilmente con voz baja o lejana . La mayoría de los ruidos familiares son percibidos. - Hipoacusia moderada: Pérdida auditiva de 40 a 70 dB. El habla es percibida si se eleva un poco la voz. El sujeto entiende mejor si mira cuando le hablan. Se perciben aún algunos ruidos familiares.
- Hipoacusia severa: Pérdida auditiva de 70 a 90 dB. Percepción de algunos sonidos, pero imposibilidad de adquisición espontánea del lenguaje.
- Hipoacusia profunda: Pérdida auditiva de 90 a 120 dB. Más que oír “sienten” las vibraciones sonoras. No pueden adquirir lenguaje oral. Tienen dificultades socioeducativas.
- Cofosis o anacusia: Pérdida total de la audición. Es una patología poco común ya que incluso cuando se produce una sordera profunda se siguen percibiendo algunos restos auditivos.
Tipos:
- Pérdida Conductiva o Transmisiva: Pérdida auditiva en el oído externo y medio.Está causada por problemas en el oído externo y medio que impide que los sonidos lleguen hasta el oído interno. La causas más comunes son la acumulación de cerumen en el canal auditivo, una perforación del tímpano, la presencia de fluido en el oído medio y los daños o defectos en los osículos del oído medio.En muchos casos es temporal y puede tratarse médicamente.
- Pérdida Neurosensorial: Pérdida auditiva en el oído internoOcurre cuando el oído interno o el nervio auditivo están dañados. De ese modo, dejan de transmitir el sonido. Puede estar causada por una exposición excesiva al ruido, pero la causa más común de la pérdida auditiva neurosensorial es el proceso natural del envejecimiento.Es el tipo más común de pérdida auditiva y, en la mayoría de los casos, es permanente.
- La pérdida auditiva mixtaOcurre cuando la pérdida auditiva neurosensorial y la pérdida auditiva conductiva ocurren en el mismo oído. El tratamiento para el componente conductor puede ayudar a aliviar el grado de pérdida auditiva, pero la pérdida auditiva neurosensorial subyacente permanecerá.
Consecuencias de la pérdida auditiva:
- La mayoría de las personas con discapacidad auditiva experimentan problemas sociales, psicológicos y físicos como consecuencia de la pérdida de audición.
- La pérdida auditiva sin tratar dificulta el seguir las conversaciones y a menudo resulta bastante agotador y puede afectar a su capacidad para recordar.
- Conlleva en ocasiones una reducción de contacto con familiares, amigos y compañeros, lo que puede llevar a una sensación de aislamiento y depresión.
- Para muchas personas que sufren pérdida de audición no tratada puede ser muy difícil participar en actividades sociales, incluso dentro de la propia familia. La pérdida de audición no tratada puede producir problemas sociales.
- Aislamiento y retraimiento, pérdida de atención, distracción y falta de concentración
- Dificulta el estar conectado con dispositivos de comunicación y entretenimiento como la televisión o los teléfonos.
